Golpe a la política económica de Abe: Fitch rebaja la calificación de Japón por dudas sobre su capacidad fiscal
La agencia criticó la falta de medidas para compensar los efectos del retraso en el aumento al impuesto a las ventas.
- T+
- T-
La agencia Fitch Ratings bajó ayer la calificación de Japón, citando la falta de medidas por parte del gobierno para compensar los efectos del retraso en el aumento al impuesto a las ventas, en una semana clave porque el jueves se reúne el banco central y actualizará sus proyecciones de crecimiento e inflación y el primer ministro Shinzo Abe realizará una histórica visita a Estados Unidos.
Fitch recortó la nota de la nación de largo plazo en un escalón a A –que está cinco peldaños por debajo de la triple A-, con panorama estable, informó a través de un comunicado.
"El gobierno japonés no incluyó suficientes medidas fiscales estructurales en su presupuesto para el año fiscal" que empieza este mes para compensar los efectos del retraso en el alza del impuesto a las ventas, dijo la agencia.
Por su parte, el director de soberanos para Asia Pacífico de Fitch, Andrew Colquhoun, explicó que la razón por la cual el país tiene un rating bajo es la fragilidad para la deuda pública. "La tolerancia a fluctuaciones en el crecimiento y las tasas de interés es bajo", aseguró a Reuters.
El primer ministro Shinzo Abe pospuso en noviembre sus planes de aumentar el tributo a 10%, desde 8%, hasta abril de 2017, después de que el aumento de 3 puntos porcentuales en ese impuesto en abril del año pasado arrastrara a la economía a la recesión.
Pero esta decisión ha hecho más difícil la meta de eliminar el déficit fiscal primario en el ejercicio fiscal 2020. Japón tiene el ratio deuda/Producto Interno Bruto más alto de los países industrializados.
Fitch también aseguró que un plan para rebajar el impuesto corporativo también aumenta la incertidumbre sobre si el gobierno será capaz de generar suficientes ingresos para enfrentar su carga de deuda.
La decisión de Fitch sigue a un rebaja similar de Moody's Investors Service a fines del año pasado, y podría aumentar la presión sobre el gobierno para que adopte medidas como parte de un plan de disciplina fiscal que se espera para junio.
El gasto del gobierno, una expansión decepcionante y las preocupaciones porque el crecimiento de las ganancias corportivas no sea sostenible también son factores negativos para la calificación, agregó Fitch.
En diciembre, Moody's bajó la nota del país a A1, un nivel por encima del de Fitch, mientras que la calificación de S&P tiene perspectiva negativa, lo que significa que es posible que la rebaje.
Abe se reunirá con el presidente Barack Obama en Washington, como parte de un gira que inició el domingo y que se enfocará en promover las inversiones y el intercambio comercial entre EEUU y la tercera mayor economía mundial. Será además una visita histórica, porque será la primera vez que un líder nipón se dirige a una sesión conjunta de ambas cámaras del Congreso.
Reunión del banco central
Es probable que las autoridades del banco central (BoJ, su sigla en inglés) pronostiquen que el Índice de Precios al Consumidor alcanzará un 2% y se mantendrá en ese nivel por dos años desde el inicio del próximo año fiscal, en abril de 2016, dijeron a Bloomberg personas cercanas al organismo emisor.
Esa proyección provocaría discusiones sobre cuándo debería el banco empezar a considerar reducir su estímulo monetario sin precedentes, según las fuentes, que no quisieron revelar su nombre. Eso contrasta con una posible reducción en la estimación de precios para este año.
El gobernador Haruhiko Kuroda ha enfatizado que hablar de una salida es prematuro, ya que las alzas de precios se están frenando y están lejos de la meta de 2% del banco.
El principal indicador que sigue el BoJ mostró que la inflación se desaceleró a cero en febrero, arrastrada por las caídas en el precio del petróleo de más de 40% en el último año. En enero, el banco central bajó su pronóstico para la inflación subyacente a 1%, desde un 1,7% previo.